El dique Ballester tiene más de cien años de vigencia. Fue una obra clave para el desarrollo del Alto Valle de Río Negro y Neuquén. A pesar de su antigüedad, la vigencia y funcionamiento del sistema del dique Ballester sigue vigente a toda marcha gracias a los cálculos y gran trabajo que se realizaron en su momento para construirlo.
Historia de la iniciativa
Luego de la conocida históricamente como conquista del desierto. En 1884 se iniciaron las primeras obras de infraestructura rudimentarias. Se cultivaba alfalfa, trigo, maíz y cebada.
Este tipo de producción se vio limitada en extensión y duración debido a la ineficacia de las redes de riego y las periódicas crecidas del río Neuquén. Estas crecidas inundaban pueblos y sembradíos. Debido a esto se comienza a pensar en un sistema distinto y acorde a las necesidades.
En 1899, mediante la Ley 3727 el presidente Julio Argentino Roca encomendó al ingeniero italiano Cesare Cipolletti que se encontraba realizando estudios sobre el riego en Mendoza y San Juan.
Comienza el proyecto
En febrero de 1899 el ingeniero Cipolletti entregó al gobierno el proyecto de su trabajo y regresó a Italia.
Cipolletti en 1908 fue contratado nuevamente y se embarcó para concretar las obras en la Argentina pero la muerte lo sorprendió en alta mar.
En 1910, Decio Severini debió continuar y comenzar la ejecución del proyecto y elevó al ministro de Obras Públicas un nuevo informe. Este incluía un dique de toma y un canal de desviación. Severini propuso la construcción de un dique sobre el río Neuquén que cumpliría dos funciones: la de atenuar las inundaciones utilizando la cuenca Vidal (actual lago Pellegrini) y la de alimentar un canal para el riego del valle.
Construcción de la obra
Según el proyecto presentado por el ingeniero Severini. Se debían construir tres etapas de obras. Un dique sobre el río Neuquén, la bocatoma de un canal de alimentación para riego y un canal de desviación de crecidas hacia la cuenca Vidal. La obra se terminó en 1918 y marcaron el despegue de la economía de la región. Las mejoras en el riego se expresaron en la creciente calidad de los cultivos, que comenzaron a diversificarse. Tuvo un proceso lento de cambio de producción de secano (alfalfa y forraje) hacia la fruticultura, horticultura y vitivinicultura. Con el tiempo se convertirían en pilares del desarrollo agro alimentario regional. La mayoría de los obreros eran extranjeros, generalmente italianos, en menor proporción españoles y árabes. Entre el personal técnico calificado se encontraban ingleses e italianos. Toda los materiales fueron traídos por el ferrocarril del sud. ¡Esta obra costó 500 millones pesos oro!
Datos técnicos de la obra
El edificio de Bocatoma está formado por 12 vanos de 5 m cada uno.
Pilares intermedios de hormigón de 14 dm. Las bases de las 17 compuertas se importaron de Inglaterra. La longitud total de la obra es de 77,8 m.
El edificio está dispuesto del lado rionegrino. En este punto se origina el canal principal la vasta red de canales secundarios y terciarios que recorren 130 km desde Barda del Medio hasta Chichinales.
Permite el riego de más de 60.000 ha. y actualmente se riegan menos de 50.000 ha. debido al cambio de uso de las tierras para urbanización entre otras. El caudal del canal principal de riego es de aproximadamente de 70 a 80 m³/s. El ciclo anual de la red de riego funciona desde principios de septiembre a mayo. En los meses restantes se realizan tareas de mantenimiento de canales y compuertas.
Rodolfo Ballester
Rodolfo E. Ballester nació en San Martín, Buenos Aires un 30 de junio de 1887 y falleció el 15 de marzo de 1967. Fue un ingeniero argentino especializado en diques y obras de riego.
El dique lleva el nombre de Ballester en homenaje a quien termino la obra.
Sus descendientes siguieron trabajando en la gran obra denominada ¡El Milagro Valletano! Se puede visitar el Museo Del Riego que esta ubicado en barda del medio y se invita al mundo a recorrer la historia de esta gran hazaña.
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